Que el perrete se nos ponga malo es uno de los miedos que todo dueño o dueña tiene. Te contamos cuáles son las enfermedades más comunes entre los peludos para que sepas detectarlas a tiempo. ¡¡Apunta!!
Conocer al enemigo es el primer paso para una victoria y, si este principio del Arte de la Guerra lo llevamos al mundo canino, claramente nos referimos a los peligros que pueden acechar a nuestro peludo. Insectos, virus y bacterias… Cuanto más sepamos de todos ellos, más podremos prevenir y detectar cualquier enfermedad.
Algunas enfermedades como la Leishmania ya son más que conocidas, pero ¿sabrías decir las enfermedades que más padecen los perretes?
Rabia
La rabia es una enfermedad viral que a menudo puede ser fatal.
Por lo general, se transmite cuando un animal que porta la enfermedad como un zorro o un murciélago muerde al perro, pero también se puede transmitir a través de una herida producida por estos animales infectados.
Hay 2 formas de rabia, «furiosa» y «paralítica». La rabia furiosa hace que los perros desarrollen cambios de comportamiento extremos y los hará extremadamente agresivos. La rabia paralítica causa debilidad y pérdida de coordinación, y finalmente parálisis.
Síntomas: temperatura alta, convulsiones, parálisis, caída de la mandíbula, incapacidad para tragar, falta de coordinación, timidez o agresión, cambios frecuentes en el comportamiento y espuma en la boca.
Esta enfermedad está señalada como una de las más graves según la American Society for the Prevention of Cruelty to Animals (ASPCA) Si tu perro es mordido o arañado por otro animal, o si sospechas que pudo haber estado en contacto con la rabia, ponte en contacto con tu veterinario de inmediato. Es importante que contactes al veterinario incluso si el perro ha sido vacunado contra la enfermedad.
Tos de la perrera
También conocida como traqueobronquitis canina, la tos de las perreras es una enfermedad altamente contagiosa e infecciosa. Se transmite por el aire, generalmente en áreas donde hay una densa población de perros, como una perrera o un espectáculo.
El tratamiento para la tos de la perrera generalmente se administra como un aerosol nasal, aunque hay una inyección disponible.
Síntomas: tos seca, tos, bocina y secreción nasal.
La mayoría de los perros que contraen tos de perrera mostrarán falta de apetito, pero algunos no. La enfermedad puede progresar a neumonía secundaria e incluir temperatura alta, letargo y, en casos extremos, la muerte.
Si tu perro muestra estos síntomas, habla con tu veterinario inmediatamente.
Si puedes, no lleves al perro al veterinario hasta que se confirme o descarte la enfermedad, ya que hay riesgo de que pueda infectar a otros perros.
Parvovirus
El parvovirus canino es una enfermedad viral altamente contagiosa y potencialmente mortal. Se puede contraer a partir de heces de perro infectadas, cuencos de comida, agua, ropa, alfombras… Es muy importante que vacunes al perro contra el parvovirus, ya que es muy contagioso y puede vivir en objetos durante meses.
Síntomas: pérdida de apetito, letargo, vómitos persistentes y diarrea con sangre.
Hepatitis canina
La hepatitis canina, comúnmente conocida como enfermedad de Rubarth, es una enfermedad viral que a menudo se confunde con moquillo canino. Se puede transmitir a través de las heces, orina, sangre y saliva.
Síntomas: temperatura alta, tos, pérdida de apetito, depresión, vómitos, encías pálidas y dolor abdominal. Los síntomas de ictericia pueden ocurrir ya que esta enfermedad infecta el hígado y los riñones. Si sospecha que su perro ha contraído hepatitis canina, comuníquese con su veterinario inmediatamente. No dejes que entre en contacto con ningún otro perro y limpie sus heces.
El moquillo canino
El moquillo canino es una enfermedad viral muy grave. Se puede transmitir a través del aire de perro a perro. Es altamente contagioso y no existe una cura conocida, por eso es muy importante que vacunes a tu perro contra él.
Síntomas: temperatura alta, tos, letargo, pérdida de apetito, respiración agitada, ojos rojos y secreción nasal. La diarrea y los vómitos también pueden ser síntomas.
Obviamente, estas no son las únicas enfermedades que hay, pero las hemos elegido como las más comunes basándonos en nuestra experiencia personal. Si entramos en el mundo de los problemas gastrointestinales, por ejemplo, este post no tendría final y si, además, separamos por razas y tamaños… Lo mismo. Así que, de manera general, estas son las enfermedades que más hemos visto.
Así que, ya sabes cuáles son los síntomas de los que hay que sospechar y, recuerda, reaccionar a los primeros síntomas puede ser una gran diferencia a la hora de enfrentarse a estas enfermedades.