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Enfermedades mortales en gatos que deberías conocer

Este es un tema delicado y en muchas ocasiones se prefiere mirar a otro lado, pero tenemos que ser conscientes de la realidad y es que ningún ser vivo se va a quedar eternamente en este planeta.

Es un paso hacia delante querer conocer las enfermedades que pueden causar la muerte en felinos porque nos permite tener mayor conocimiento de estos animales tan maravillosos y porque nos permite prepararnos para ello. Además, también nos agiliza a la hora de tener que acudir al veterinario en caso de que sintamos que nuestro gato no está bien y eso es una virtud.

Por lo tanto, vamos a numerar estas enfermedades y a explicarlas un poco. Hay que tener en cuenta que los gatos aún así, no tienen por qué tenerlas y pueden llegar a vivir entre 13 y 17 años e incluso, pueden llegar los 20 años si tienes un gato longevo.

Una de las enfermedades más conocidas: el cáncer

Esta enfermedad la tenemos muy presente en la vida y, por desgracia, los felinos también la pueden padecer. Ya sabéis que el término cáncer engloba muchos tipos, pero todos comparten ciertas cosas.

El cáncer se forma porque un grupo de células comienza a crecer de manera desmedida por mutaciones en su genoma lo que termina generando un tumor que puede expandirse a otras partes del cuerpo.

Si el cáncer se encuentra a tiempo, puede no ser mortal, pero si se ha extendido puede complicarse la situación.

La rabia

Esta enfermedad también conocida por los seres humanos, es conocida dentro del mundo gatuno (más que en otros animales) porque son muy curiosos lo que hacer que puedan ser mordidos con más facilidad. Esto hace que se puedan contagiar más fácilmente.

Los animales que suelen portar esta enfermedad son los roedores, los murciélagos y también algunos mamíferos salvajes.

Lo peor de la rabia es que es un virus que una vez está en tu organismo no se puede exterminar lo que hace que sea letal. Como mucho, se suele durar alrededor de 7 días con la rabia y la tasa de mortalidad es prácticamente de un 100%. Los síntomas son una gran agresividad perdiendo el control de la musculatura hasta entrar en coma y morir.

La panleucopenia felina

Esta es una de las enfermedades más comunes y se genera por un parvovirus de ADN. Es muy resistente al entorno y “roba” células que tienen un alto grado de división como las que suelen encontrarse en los tejidos linfoides, en el intestino e incluso en la médula ósea.

Este parvovirus es muy resistente lo que hace que el felino lo pueda tener incluso durante un año. Los síntomas que se suelen dar son la fiebre alta, la depresión, la diarrea, la ictericia y normalmente también se puede observar un grado de deshidratación alto.

Afortunadamente, la tasa de mortalidad es menor que en la rabia llegando al 50%. Si tu felino tiene ya una mala salud o son inmunodeprimidos, las posibilidades aumentan.

Problemas con el sistema renal

Es posible que los fallos renales te resulten al oído como menos graves, pero la realidad es que hay muchas muertes debido a ello. Se suelen dar sobre todo en los gatos más ancianos y se conoce porque degrada lentamente los riñones sin poder recuperarlos. Se suele dar con mucha frecuencia en gatos persa.

Hablando un poco más de los persas, tienen esta enfermedad (los quistes renales) de manera hereditaria en algunos casos lo que hace que sean de nacimiento. Esto quiere decir que los quistes (bolsas llenas de líquido) se van desarrollando lentamente hasta llegar a destruir el tejido de los riñones.

El virus de la inmunodeficiencia felina

Este virus es el conocido SIDA de los gatos. El objetivo que tiene este virus es el de destruir las células inmunitarias que se encuentran dentro de los linfocitos. Éstas son esenciales para poder tener unas buenas defensas y al destruirlas, el felino comienza a debilitarse.

Además de esto, se es susceptible a todo tipo de infecciones que acaban agravándose por lo que no te destruye el virus en sí mismo, sino la acción destructiva que ejerce sobre el sistema inmune.

Esta enfermedad afecta entre el 2,5% y el 4,4% de todos los gatos domésticos del mundo. Una vez se realiza el diagnóstico, se estima que pueden llegar a vivir hasta 5 años aunque depende de la cepa causal y del estado de salud que tenga el felino.