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¿Qué debemos hacer cuando una mascota muere?

 La pérdida de un animal puede suponer una gran tragedia en una familia 

Un animal puede ser toda una alegría en el seno familiar. Las mascotas son en muchas ocasiones un miembro más del hogar donde su compañía resulta excelente desde el momento en el que entran por casa.

La importancia de estos animales en una familia es tal que suelen convertirse en una pieza clave que cohesiona la familia. Jugar, acompañarnos y estar en todo momento son tres de las muchas otras cosas que las mascotas realizan junto a nosotros.

Debido a los grandes lazos que se crean entre humanos y mascotas muchos consideran a sus animales un miembro más de la familia cuyos cuidados o atención son fundamentales. En los últimos años, además, los derechos conseguidos por las mascotas han cambiado en gran medida hasta el punto de que han sufrido un avance como pocas veces se había visto.

España ha aprobado recientemente una nueva legislación animal que fomenta el cuidado de los animales. Además, en el código civil estos han dejado de ser considerados cosas pasando a un status de miembro familiar que los protege ante agresiones.

Así las cosas, las mascotas son muy importantes en la mayoría de familias. El perro, por ejemplo, ha conseguido ser el mejor amigo del hombre gracias a los miles de años junto a nosotros, algo que lo ha elevado en consideración. Otros como los gatos también han resultado fundamentales en la historia de la humanidad por lo que una perdida puede suponer toda una tragedia en la familia.

Qué hacer cuando muere una mascota

La muerte de cualquier animal que sea estimado por la familia supone un autentico problema emocional. Esta pérdida puede llegar, incluso en algunas ocasiones, a la de un ser humano aunque sus vidas sean más cortas.

Por este motivo, cuando un animal muere por causas naturales debemos seguir una serie de pasos que en muchas ocasiones son desconocidos por la mayoría. Lo primero que debemos realizar si esto ha ocurrido en el hogar es notificar con la mayor brevedad posible al registro censal de información de animales de compañía donde se encuentre inscrito.

Una vez registrado podemos optar por diferentes vías para solucionar el tema del cuerpo. Algunos ayuntamientos cuentan con teléfonos especiales de recogidas de cadáver para poder deshacernos del animal y que esto no suponga un problema de salud pública.

Ante esta tesitura de tristeza podremos escoger si enterrar o incinerar a nuestra mascota fallecida. Existen cementerios en algunos sitios de España donde poder enterrar o depositar las cenizas del animal una vez tomada la decisión. Los precios varían en ocasiones según el tamaño y peso de la mascota aunque una cremación ronda los 200 euros.

El precio incluye en la mayoría de casos la recogida del cadáver, cremación y entrega de cenizas para que el dueño pueda despedirse del animal. Es muy importante recordar que el entierro de mascotas en lugares sin habilitar se encuentra prohibido debido a los problemas que puede conllevar la descomposición del cadáver sin tratar adecuadamente.

Por último, cabe destacar que si la muerte se produce en un veterinario estos se hacen cargo de todo el proceso desde dar de baja hasta, si lo deseamos, incinerar el cadáver para que la pérdida del animal sea lo más llevadera para el dueño. Así, la muerte de estos compañeros de vida puede resultar menos dura donde la clínica ayude a no tener que pensar en esos pasos.

AUTOR :ALBERT MARTÍNEZ